lunes, 3 de diciembre de 2012

Parador de las Cañadas del Teide

Acabamos de volver del Parador de las Cañadas del Teide donde hemos estado alojados el fin de semana del 30 de noviembre al 2 de diciembre de 2012.


El parador está en un entorno excepcional, un paraje volcánico vigilado por la imponente cumbre del Teide. Llegamos por la tarde y después de cenar acudimos a la charla de divulgación astronómica que se celebra todos los viernes a las 10.30 y pudimos contemplar el maravilloso cielo estrellado. Aprendimos a reconocer a Jupiter, la constelación de Casiopea, Orión, la estrella polar y otras muchas estrellas que no recuerdo. Hay que ir bien abrigado porque hace más frío de lo que puede pensarse al estar en Canarias.






















El parador estaba un poco frío y echamos de menos que hubieran encedido la chimenea en el salón. La habitación en la que estuvimos no es nada especial y pasamos frío en ella. A la mañana siguiente tras el desayuno, fuimos paseando hasta el teleférico con intención de subir a la cumbre del Teide. Cogimos la ruta 19 que está justo a la salida del parador y que conduce hasta el teleférico a través de un sendero de piedras volcánicas y matorrales bajo un cielo nítido e intensamente azul. El recorrido, agradable y sin ninguna dificultad, se realiza en hora y media.


























Llegamos al teleférico y desgraciadamente lo habían cerrado por viento de 85 km/hora y habían suspendido la subida a la cumbre por hielo. Volvimos tristes de regreso al parador. En el camino sufrimos el fuerte viento en la cima del monte Majúa cubierto de piedra pómez.




Con apetito tras la caminata fuimos al comedor. Nos tentó el afamado puchero canario, rico y abundante, y de postre el "volcán del teide" más aparente que exquisito.



Amanece el domingo sobre Las Cañadas del Teide. Aprovechamos para acercarnos a los Roques de García antes de que nos recogiera el taxi en dirección al aeropuerto. Solo dos palabra im presionante.




































































Para terminar la valoración del Parador de las Cañadas del Teide:

Puntuaciones (0-5)
Entorno: 5
Parador: 3
Habitación: 2
Atención: 2-3
Gastronomía: 3


viernes, 28 de septiembre de 2012

Parador de Alarcón

Iniciamos nuestro blog de paradores con el Parador de Alarcón que está situado en un castillo que es una pequeña joya en mitad de Castilla La Mancha. ¿Qué puedes encontrar en este parador? Tranquilidad, unas vistas maravillosas, un ambiente especial y muchos siglos de historia en sus paredes. 





El Parador es pequeño. Las mejores habitaciones son las situadas en la Torre del Homenaje, pero únicamente hay seis. Sin duda la mejor es la 106, en la parte más alta de la torre y que está incluida en el grupo de "Habitaciones únicas" de la red de paradores. El día 28 de septiembre era un día especial, día del aniversario de nuestra boda y nos permitimos el capricho de alojarnos en la habitación 106, a la que han dado el nombre de "Infante Don Juan Manuel" en honor al afamado autor del Conde de Lucanor, que residió en este castillo y donde escribió parte de sus obras literarias.































Llegamos el viernes al mediodía. En el salón del restaurante teníamos preparada una mesa con vistas al Júcar. Hay que felicitar al cocinero del parador ya que la comida fue excelente. El vino tinto que nos acompañó en la mesa era "Celeste", un Ribera del Duero con un lema muy original: "En las noches de vendimia, éstas son las estrellas que vigilan y contemplan el nacimiento de Celeste".





Después de la comida subimos a la habitación. Tras cruzar la puerta y subir unas escaleras llegamos a la habitación. Lo mejor que tiene es el acceso a las almenas privadas que rodean la torre y permiten unas vistas excepcionales de los alrededores de Alarcón.














































Regresamos a la habitación con su encanto medieval y los detalles de ser "habitación única" del Parador. 
































Actividades: Merece la pena un paseo por el pueblo y una excursión circular desde el Parador rodeando las hoces del Júcar. Hoy estaba lloviendo y nos quedamos en la habitación pero hace 6 años estuvimos con nuestras hijas y pudimos hacer la excursión.














Para terminar, la valoración del Parador.

Puntuaciones (0-5)
Entorno: 4
Parador: 4
Habitación: 5 (la habitación 106)
Atención: 4
Gastronomía: 4